domingo, 26 de agosto de 2012

Las Niñitas

Como muchos, las niñitas vinieron a Sanfiago acaso con bajas expectativas, pensando quizá que sería una más de tantas ciudades latinoamericanas precarias. No esperaban lo que encontraron. Una ciudad amable, agradable, sin pedanterías innecesarias, pero en la que el modernismo ya llegó sin ofender a nadie. Necesitarían más de la semana que estuvieron para conocerla de veras. Nosotros, con ya varios meses viviendo en ella, la descubrimos cada día. Y nos enamoramos más y más de ella. Fueron a algunos lugares que ojalá se les hayan quedados grabados en la retina. Esa misma tarde paseamos por nuestra calle, con sus tiendas, sus cafés y los santiaguinos que caminan muchas veces con hermosos perros. Cenamos en Osadía, el resto bar del ya prestigioso chef Carlo. Al día siguiente fuimos al centro y nos dejamos caminotear por esas calles donde se escribió y se escribe historia. es alli en esas veredas donde el provincialismo se hizo republicano y luego democrático. Es allí donde Chile se equivocó y refelxionó, para finalmente recuperar la sensatez y enderezar el rumbo. Las llevamos al centro Cultural de La Moneda, el que inauguró Lagos. Su diseño es hermoso. Alli vieron tejidos de Colchagua, cerámicas de Calama, piezas de madera del sur. Una pasada por el Mercado no podía faltar. creo que no imaginaban un espacio que es un verdaero homenaje a la estructura que sirve a los humanos. Allí nos sentamos un rato en una de las barras. Luego tomamos el metro hasta Bella Vista, un barrio que me produce fascinación. Lástima que no nos haya alcanzado el tiempo para que vieran La Chascona, el zoológico, el cerro y las placitas. Sin influirlas con nuestro parecer, ellas solas fueron a El Golf, el Sanhattan y sus bancos intervenidos por artistas plasticos, sus bares de media tarde, sus gentes de caminar apresurado y el once que se toma hacia la nochecita como merecida recompensa por un día de esfuerzo y trabajo. Claro, hubiera sido una barbaridad venir a Chile y no ir a Valpo, a Viña y a Reñaca. Y comer en un chiringuito frente al mar. Que hay que gratificar al paladar con el gustoso sabor de unas machas a la parmesana. Y hubiera sido un imperdonable pecado no ir a Rancagua, zona de viñedos en casonas viejas, y degustar ''lo del campo'' en un comedero de pueblo. Y hacer lo que hacemos nosotros todos los días: escuchar, conversar, mirar, descubrir, conocer, aprender, sin prejuicios. El ultimo día fueron a Las Condes, para dejar pasar el rato y ver más. Era lunes feriado. Pero la ciudad las despidió con una cena en La Mar, cerquita en Alonso de Córdova. Y regresar tarde, caminando, disfrutando de la noche segura, de la acera que no ofende, de la calle que no asusta. Se quedaron muchas cosas y lugares por ver. Tantas calles, tantas plazas, tantos parques. Tantas ciudades, tantos pueblos, tantos paisajes. Nuestro Santiago, esta ciudad que nos envuelve, les gustó a mis amigas de toda la vida. Y yo le agradezco a nuestro Chile que las haya recibido con buen clima, cariñosa amabilidad y mejor ánimo.

jueves, 26 de julio de 2012

Santiago sin ti

Hace una larga angustia, una angustia que es tan y tan larga que no consigo domesticarla. Hace una larga espera, una espera tan y tan larga, que no logro acortarla. Hace una larga ausencia, una ausencia tan y tan larga, que no se como llenarla. Hace un laro silencio, un silencio tan y tan largo, que no se como acallarlo.

lunes, 9 de julio de 2012

La ultima hoja

El cielo de Santiago es hoy azul, azulito. Una "lindura". El contraste con la montaña nevada es un regalo para la vista y el alma. Se nota que hay feriado bancario y que ya comenzaron las dos semanas de vacaciones de invierno. Hay una tranquilidad extraña en la calle. Una calma sabrosa. Claro, en el centro es distinto. Allá están todas las oficinas de gobierno y esas no cierran. Arnaldo le tomo ayer una foto a la ultima hoja de nuestro árbol. Ella parece aferrarse como si quisiera domesticar al invierno, decirle que a ella no la vencerá. Estaremos aquí todavía cuando nuestro arbol se vuelva a vestir, entonces con los trajes de la primavera.

domingo, 8 de julio de 2012

La once

Una señora de Valencia me escribe con relación a mi texto "Fogones y rezos", publicado hoy domingo 8 de julio en El Universal. La señora me pregunta si no me suena extraño que la merienda en Chile se llame "la once". Le escribo de vuelta diciéndole que, curiosa como soy, me hice la misma pregunta. Resulta que en tiempos anteriores esa merienda, que es mas abundante que una merienda normal, ocurría como un descanso que tomaban los trabajadores, tanto industriales, como de casa y campo. Ellos querían que esa merienda tuviese un trago. Para no decirlo directamente, inventaron decir "la once" porque esa es la cantidad de letras de la palabra "aguardiente".

Piruetas de invierno

Cielo azul, pájaros que hacen piruetas. En la punta de un árbol totalmente desnudo, un pajarito descansa. Mira impaciente hacia todas partes. Como si quisiera decirle a su familia emplumada que aquí en esta terraza pueden dormir sus sueños de comediantes de invierno. La tarde hermosa invita a dejarse andar por las esquinas. En un rato saldremos. Hoy hace mucho frío. Pero como no llueve seguro en el parque hay fiesta de perros. La temperatura ha bajado mucho en estos días. Los santiaguinos están sorprendidos, aunque bien recuerdo el dictamen de un taxista: 'tuvo fuerte el verano, 'tara fuerte el invierno, fuerte po. Hoy recibí lindos comentarios de mis lectores sobre mi nota "fogones y rezos". Por fortuna hay gente a la que todavía no se le deshizo la dulzura. Henrique sigue incansable. Leo su bitácora y puedo imaginar cada paso que da. Son tontos quienes creen que va a rendirse. No importa cuantas barricadas le pongan, o cuantas caídas. Se levanta y sigue. www.soledadenchile.blogspot.com

viernes, 6 de julio de 2012

Santiago en invierno

Saco las ropas para el frío. Abrigo, guantes, botas, sombrero. Caminar por aceras habitadas por hombres y mujeres que van con prisa y perros que pasean acompañados por niños o personas mayores que bien se ganapán su derecho al retiro. El cielo va clareando. Hoy es viernes y la gente se prepara para la tranquilidad del fin de semana. Pronostican buen tiempo. Santiago de la Nueva Extremadura, como yo, se vistió de invierno.

martes, 3 de julio de 2012

De nuevo el sol

Meteo Chile pronostica que las lluvias nos darán un respiro. Arnaldo anda resfriado y la humedad no le ha ayudado. Terminado el fin de semana largo, la ciudad recupera su estilo habitual. Ajetreado en algunas zonas; reposado en otras. A nuestro árbol solo le quedan unas diez hojas. Es increíble pensar que en un par de meses estará otra vez tupido. La naturaleza es mágica. Queca y Luisa llegan en unos días. Sensacional recibirlas en casa y enseñarles ese Santiago delicioso que les abrirá las puertas. Queremos ademas llevarlas a conocer unos viñedos y tambien queremos enseñales Valpo. Luego nos iremos una semana a Buenos Aires. Ojalá allá no nos llueva, porque BA es húmeda y con traicioneras corrientes de aire. Consegui adelantar todo mi trabajo editorial de esta semana para poder dedicarme a tener todo presto para cuando lleguen. Los Sucre todavía no han decidido fecha de viaje. Graciela me dijo que en septiembre. Makina cumplió 18 años. Se me puso grande mi niñita.